LAS GRACIOSAS REUNIONES DE CABILDO

No muchas veces, aguanto más de 5 minutos viendo, vía Facebook, las reuniones de cabildo. Y es que, me parecen, la mayoría de las veces, un despropósito con sus largas discusiones, redundantes, donde y además, los que intervienen son casi los mismos: Rosendo Arrayales, Rodrigo Bours, Emeterio Ochoa, Gustavo Almada, Graciela Armenta y… párele de contar. El resto, los regidores de Morena, parecerían convidados de piedra que no opinan y solamente esperan a levantar el dedo de acuerdo a las señales de su manager, Sergio Pablo Mariscal.
Se enfrascan en discusiones que, bien podrían ser parecidas a aquella filosófica pregunta de, qué fue primero, el huevo o la gallina, donde el alcalde va con todo y contra [email protected], se enoja, increpa, se levanta cuando las lleva de perder y así, cuando uno ve una sesión, casi ya vio todas.
Pero bueno, confieso que la sesión última, me interesó por el tema de cómo nombrarían al siguiente Comisario de Seguridad Pública, el tercero o cuarto, según como se mire, en esta administración.
Había una terna, más para cumplir con el protocolo del reglamento que exige tres candidatos, que lo que en verdad implicaba una elección. El capitán de fragata (que no vicealmirante como dijo antes el alcalde), Tarango, tenía dos contendientes que nada más fueron para hacer bulto porque la decisión ya estaba tomada.
El caso es que, en los alegatos antes de votar, algunos de los regidores que les digo arriba, en este caso el más preciso fue Rafael Delgadillo, pidieron que se hiciera otra reunión extraordinaria para antes platicar con los 3 candidatos y que expusieran los métodos y estrategias para acabar con la impunidad en Cajeme.
Obvio, como ya la mayoría tenía línea de que fuese el capitán de fragata, obviaron la buena intención de, para elegir con conocimiento de causa al mejor de los tres.
Hubo dos intervenciones, una de Almada y otra de Bours, que me parecieron acertadas. El uno pedía que, dejaran trabajar al nuevo capitán porque si no, los resultados serían los mismos. No lo dijo Gustavo abiertamente, pero supongo, se refería a lo que declaró Alfonso Durazo en un programa de radio y que retomamos aquí en una entrega anterior, donde aseguró que al anterior comisario coronel Solís Casanova, no le dejaron traer a su gente para poner orden en mandos medios, y, además, le ofrecieron lana, casas, carros y hasta mujeres (Durazo dixit).
La otra intervención que me llamó la atención, fue la de Rodrigo Bours, cuando y con un lenguaje preciso y mesurado, lejano al que usaba al inicio de la administración, aseveró que era una vergüenza lo que ocurría en Cajeme, porque nadie se asumía como responsable de la fallida seguridad, y pareciera, palabras más palabras menos, que Sergio Pablo Mariscal se nombraba como el responsable de la Seguridad, hasta el momento en que las cosas se ponían feas, y era entonces cuando le echaba la culpa a otras instancias. Más o menos lo dijo así, pero la verdad fue contundente.
Es preciso acotar que, para el alcalde, ni es cierto que no dejaron trabajar a los anteriores (aunque Durazo lo haya declarado), ni tampoco, cargaban ellos con la responsabilidad.
En fin.
Hubo algo que me llamó también la atención, cuando, llegado el momento, habría de nombrarse a dos cajemenses distinguidos, en el marco del 93 aniversario del primer Ayuntamiento formado en Cajeme, el 29 de noviembre de 1927, que no es la fundación de nuestra comunidad, porque esa data desde 1906.
Les explico a ustedes mis cajemenses lectores: Cada año y desde 1973, se nombra a cajemenses distinguidos dentro de nuestra comunidad. Luego de elegidos por un comité y ante propuestas de la misma sociedad, se decide quien, o quienes (en el 75 aniversario fueron homenajeados 75 cajemenses) y luego, dentro de la clausura del Festival Tetabiakte, se le da un reconocimiento a los mismos. Claro, ni en este, ni en el anterior ni en el primero de los tres que le tocó a esta administración, ha existido lo que se puede decir un verdadero festival, sino, han sido festivalitos porque, me queda claro que, a estos que ahora están, la cultura, el arte y demás, les importa un comino.
Pero bueno, va… el caso es que, se tendrían que elegir a un hombre y a una mujer (por aquello de la equidad de género), pero hubo un dislate muy grave. Se postuló al padre del alcalde, el profesor Mariscal, recordado por muchas generaciones a las que educó, y resulta que, en la votación, quedó empatado con el Dr. Ramón Cabello y por lo tanto, como una solución salomónica, se decidió que serían dos hombres (los nombrados) y dos mujeres, la profesora Margarita Montoya, y, para emparejar la equidad de género, nombraron también a Beatriz Marina Bours.
Pues en dos patadas se le fueron a la yugular al alcalde y le pidieron que, para evitar cuestiones de nepotismo, excluyera la nominación de su padre, quien tenía los méritos, pero se vería mal haber sido elegido en esta administración.
Pero pues… nada fue válido y resulta que, tenemos cuatro homenajeados en lugar de solamente dos.
En fin.
Lo tercero que me llamó la atención, es que, los regidores pidieron una explicación a la directora de Comunicación Social, Armenia Troncoso, porque en una reunión anterior y cuando varios regidores abandonaron la misma, su personal tapó las cámaras que trasmitían en vivo con las manos, y hasta hubo una, que empezó a peinarse frente a la cámara.
La respuesta de la señora fue que, los teléfonos con los que trasmitían, se calentaban y eso fue lo que pasó.
Ups…
El único comentario que tengo por hacer, es, porqué, teniendo un gran presupuesto, no le alcanza para comprar una camarita de menos de 10 mil pesos, para hacerlo como es debido, con lo cual, a todos nos quedó claro, que la señora solamente tuvo un pretexto basado en una gran mentira.
En fin, por eso estamos como estamos y, para saber porque las cosas están patas parriba en el municipio, habría que ver la mitad de una reunión de cabildo y entenderlo todo.
Gracias.
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