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TRUENOS NOCTURNOS EN CÓCORIT

Dos sábados antes, mataron al cuate, allá por rumbo de "la Bomba”, en Cócorit. Yo, estaba leyendo algo cuando escuché los disparos.
Luego me contaron, los cuates, como suele pasar en el imaginario, vienen cargados uno con bondad y el otro al contrario. El ying y el yang, pues.
En este caso, me cuentan, resulta que el cuate "malo”, debía un dinero por la droga que le daban a consignación. Y es que, como muchas veces pasa, resulta que el "cuate” consumió parte de la misma, no pudo pagarla y, por eso, se la sentenciaron.
Bueno, eso es lo que pude averiguar, aunque sin meterme mucho, no vaya a ser que pise callos y luego pase a ser yo un número más en los ya muchos que abultan el cementerio en este calamitoso 2021 tan violento en Cajeme.
La cuestión es que, los que mataron al cuate, se equivocaron y arremetieron con el "cuate” bueno. Me aclaran, que tampoco el bueno era tan bueno, pero esta vez no la debía.
Domingo que recién pasó. Por la noche, 11:30 más o menos, por las ventanas de mi casa, aquí cerca de Cócorit, entraron 6 estruendos, de esos típicos de armas "mamalonas”.
Algunos dicen que, fue un "levantón” de alguien a quien se llevaron los del bando contrario. Quizá porque esto ya sea tan común, que no se supo nada de nada, salvo lo que vimos aquí en Medios Obson, donde mostraron, vía vídeo, unos casquillos en la calle, pero ninguna víctima.
Lunes a las 3:40 de la madrugada, de nuevo se escucharon unos disparos. No muchos, pero sí suficientes para romper el silencio de esas horas que deberían de ser las más tranquilas.
Ya no pude dormir.
Justo a las 5 de la mañana, ahora sí con mucha más fuerza y cantidad, los truenos de la muerte estallaron en Cócorit.
En un chat de vecinos, alguien comentó que justo en ese momento, en fuego cruzado, por allá en el camino a Tajimaroa y el canal el Porfirito, varios se estaban dando con todo.
- Los casquillos están cayendo en la banqueta de mi casa – escribió una persona aterrada
No sé que tipo de arma serían, pero, yo que vivo a dos kilómetros de distancia, podría haber jurado que no eran armas comunes y, hasta hubo alguien decía que, también se escuchaba algo así como una bazooka.
La tracatera continuo por una buen rato.
Se decía en el chat, que se iban persiguiendo unos con otros.
Luego me contaron, una testigo presencial, que por su casa pasó una camioneta con gente encapuchada y vestida de negro, y atrás llevaba un hombre con una ametralladora (o lo que sea), montada como en las películas. La troca pasó por su casa persiguiendo un auto cerrado, me cuentan.
A los pocos minutos, la misma testigo me dijo que, en sentido contrario a como pasaron los vehículos, pasaron corriendo dos hombres, también encapuchados, y, quien parecía ser el jefe, un hombre de corta estatura, gritó a quienes venían detrás que ya, "ya estuvo bueno” y ordenó retirarse.
Segundos después, otros pasaron corriendo en la misma dirección.
Luego, se calmó todo.
No se si la policía, de cualquier orden de gobierno, supo algo, pero, no se encontraron víctimas, afortunadamente.
El saldo más impactante, fueron los impactos de bala, decenas de ellos, en una casa verde por el rumbo de la Estrella… "fue frente al parquecito, me dijeron, ahí donde instalan las casillas en las votaciones”
Supuestamente, de lo que se trató es de mandar mensajes entre pandillas rivales y, con eso levantaron una polvareda de miedo entre los vecinos cocoreños.
Como a las 6 de la mañana, escuché dos carros persiguiéndose por detrás de mi casa. Será el sereno, pero, tomé mi celular y me metí en un lugar que tiene paredes gruesas por todos lados, eso sí, muy asustado.
Cócorit, ya no es aquel pueblito donde nunca pasa nada. Ahora sí pasa.
Y se dijo hace tres años, en una reunión de vecinos con las autoridades de Seguridad, donde se les advirtió que, los robos estaban aumentando en el pueblo, directamente proporcional al número de drogadictos que circulan por sus calles, pendientes, alertas, buscando cualquier cosa que tenga un valor, desde una manguera, una bicicleta o el cableado eléctrico mal protegido, para agenciárselo e ir de prisa a uno de los muchos tiraderos que dicen, en el pueblo existen.
Cócorit ahora, tiene casas de bardas altas, con sistema de electrificación o de púas, para que los rateros no puedan entrar a robar y antes, eso no pasaba.
Y entonces uno se pregunta, si desde hace tres años se le advirtió a la policía sobre estos hechos, ¿porqué nunca se hizo nada?
En fin.
El capitán de fragata, Cándido (que esperemos no haga honor a su nombre) Tarango (tiene nombre de película mexicana setentera), recién acaba de tomar posesión en su puesto de la Secretaría de Seguridad Pública.
Le dieron la bienvenida, con 8 asesinatos en dos días. Antes, cuando se daban este tipo de cambios, se hacía una especie de tregua en la violencia. Mi teoría es que, lo hacían las banderías, para ver como venía la cosa, si apoyaba a unos o apoyaba a los otros o a los dos.
Hoy, no se dio ese impasse. Espero, con mucha esperanza, que fue porque los malandros saben que con este marino, no van a jugar y ruego a los astros, que ahora sí, a este, lo dejen trabajar y ponga orden en el desmadre.
Gracias.
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