SIGUE SUMÁNDOSE EJECUCIONES EN EL MUNICIPIO

SE COMPLICA el irrespirable panorama de violencia e inseguridad que agobia a Cajeme, con otro asesinato más, luego de que la mañana de ayer, apareció flotando en las aguas del Canal Bajo entre 400 y 500, Valle del Yaqui, el cuerpo sin vida de un hombre joven. Estaba encostalado y se dijo que, atado de pies y manos, así como amordazado. De esta forma, se incrementa el número de homicidios a 53 en este agonizante diciembre que tal parece que tendrá un hostil cerrojazo con impredecibles hechos de alto impacto como ha sucedido en los últimos dos años. Lo más grave de esto es saber quién va a imponer orden, ya que se antoja complicado para que tampoco lo haga la Secretaría de la Marina que, es la última institución en la que se tenía esperanza que lo hiciera. Y, es que a más de un mes de que se le encomendó la seguridad de los ciudadanos por conducto del capitán de fragata de infantería de Marina, Cándido Tarango Velázquez, de plano cada vez es mayor la decepción que causan, ante los fantasmales resultados que han ofrecido. Insistimos, ni siquiera de manera más mínima existen logros, así que si por la víspera se saca al santo no nos quedará más remedio que insistirle al comandante de la Cuarta Zona Militar, Cruz Isaac Muñoz Navarro, para que engrose el estado de fuerza de la tropa del 60 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano y soldados encabezados por el coronel, Juan Carlos Casillas Marroquín, comandante del Batallón, se hagan cargo de la vigilancia y prevención de los delitos de alto impacto junto con la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP). No hay otra alternativa, porque el desempeño de los infantes de Marina ha comenzado a levantar acres comentarios que, de momento me los reservaré hasta en tanto no investigar su veracidad, aunque no nos extrañaría en lo absoluto porque no serían los primeros, ni los últimos. Solo habría que recordar aquel sonado asunto en el que se involucraron miembros de la Guardia Nacional en el cobro de cuotas en ‘tiraderos’ de drogas. Las imágenes delatoras le dieron la vuelta al mundo al ser difundidas por el corporativo Televisa, así que no nos extrañaría que se repitiera ese capítulo, pero con otros protagonistas… MAL HACE el capitán, Cándido Tarango Velázquez, al ordenar a sus subalternos a que no proporcionen información a ningún medio de comunicación obviamente que con la ilusa intención de tratar de tapar el sol con un dedo de todo el desborde de acontecimientos. Para empezar a este señor se le trajo para que combata a la delincuencia y frene la ola de ejecuciones y desapariciones forzosas y no para subirse al ring con los comunicadores. Ahora bien, sino puede con la delincuencia entonces que tome sus ‘chivas’ y se vaya por donde vino que ni falta que hacen sus ominosos despropósitos. Eso de pretender acallar a los mandos medios mediante órdenes precisas solo dará pie a conjeturar y generar falsas hipótesis donde solo se afectará a la población que está acostumbrada a conocer los hechos cada vez con mayor inmediatez y este señor jamás cambiará la idiosincrasia de los cajemenses que son nobles, pero no dejados y no van a permitir que las autoridades traten de acallar lo que está sucediendo y menos cuando se trate de sus desventuradas acciones… AHORA BIEN, ya es momento en que debe portar el uniforme de policía y no de marino. Que acaso ya se le olvidó que él mismo dijo que es policía y por lo tanto debe uniformarse como tal. También debe entender que la Jefatura de Policía Preventiva y Tránsito Municipal es una corporación y no un cuartel militar, porque también el veracruzano sueña guajiramente que formará grupos especiales elites a quienes tiene pensado construirles un comedor y dormitorios. Primero que nada, debe contener la ola de crímenes y robos a manos a armada que menudean al por mayor, así como las privaciones ilegales de la libertad que están ocurriendo por rumbos del ejido Cuauhtémoc, Campo 5, Valle del Yaqui, desde hace semanas y después buscar mejoras hacia la institución… POR CIERTO que ayer dejó entrever el ahora inspector de Policía, Héctor Montoya Gómez, que están por regresar los ‘rápidos y furiosos’ que, al final es lo único que ha hecho desde que estaba como director operativo en la 300 y Jalisco. No se descarta que comience a cobrar otra vez las cuotas a mandos medios que oscilaban entre los tres y ocho mil pesos por semana. Cada lunes, tenían que pasar a cubrir su respectivo tributo para que nadie los molestara en su respectiva demarcación. Eso es precisamente lo que el comisario de policía debe investigar e impedir y terminar con ello. Para nadie es un secreto la corrupta conducta de Montoya Gómez. Incluso algunos regidores saben de esos añejos vicios que el de Esperanza anhela con volver a ponerlos en marcha y hoy cuando se celebre sesión de cabildo debe ser un tema toral porque de otra forma nunca se va a combatir la corrupción… MUCHO se ha insistido en que Montoya Gómez, mejor conocido por sus cuates como ‘Beto’, debe ser separado del cargo que indignamente ostenta y enviarlo a los turnos con la tropa que al final nunca ha demostrado ser un elemento eficiente y propositivo portando decentemente el uniforme que trae. No hay que olvidar que cuando asumió la dirección operativa de la SSPM fue acusado de maltratar y mostrarse muy altanero con el personal que, en su momento demandó su destitución. Hoy es buen tiempo de remediar esos males y quienes mejor que los miembros del máximo órgano colegiado del Gobierno municipal… EN OTRAS cuestiones, tentativamente durante la primera quincena de enero, el actual comandante de la Comisaría de Pueblo Yaqui, Gabriel Borbón Torres, se va de la corporación al cumplir con sus 28 años de servicio activo. Se jubila honrosamente al cumplirle íntegra y cabalmente a la sociedad. Indudablemente que una de sus notables acciones fue el aseguramiento de casi 150 envoltorios con ‘crystal’ en calle 1 entre Vicente Guerrero y 900, la noche del pasado lunes, a la salida rumbo al ejido 31 de Octubre, Campo 16, Valle del Yaqui. Otro que también pensamos que se iba a jubilar es el oficial de Tránsito Municipal, Javier Amparano Domínguez, pero tal parece que al menos a principios de año no lo hará. El oriundo de la Comisaría de Providencia, es un policía de carrera con amplios conocimientos como investigador y esto le ha valido merecidos reconocimientos… Luego seguimos, Dios mediante. Nos leemos el último día de este 2020.
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