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LAS MUJERES TAN VETADAS…

El cambio en la política, con respecto a las mujeres, ha virado, diametralmente, los últimos 65 años.
Revisemos la historia según CNDH:
El 3 de julio de 1955, hace 65 años, en México las mujeres emitieron por primera vez su voto, hecho que implicaba uno de los mayores reconocimientos a sus derechos. En la ocasión se elegía a los diputados federales para la XLIII Legislatura
Fue un gran acontecimiento, cuyos antecedentes mencionaremos a continuación. En el año de 1923, en México se celebró el Primer Congreso de la Liga Panamericana de Mujeres. A él asistieron más de cien delegadas de todos los estados del país, entre quienes se encontraban las dirigentes feministas más importantes del momento: Luz Vera, Margarita Robles de Mendoza, Matilde Montoya, Columba Rivera y Julia Nava de Ruíz Sánchez, entre otras. Este encuentro resolvió enviar al Congreso de la Unión una petición de igualdad de derechos políticos para hombres y mujeres. Así, para fines de aquella década la cuestión del sufragio femenino pasó a formar parte de la agenda de los partidos políticos.
En 1937, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, se lanzó la iniciativa de reforma al artículo 34 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en ella se solicitó por primera vez el derecho a la mujer de votar y obtener cargos de elección popular. Dicha iniciativa fue aprobada por ambas Cámaras, de Senadores y de Diputados, pero en la última fase del proceso legislativo no se hizo la declaratoria de Reforma Constitucional, como indica el artículo 135, y la cuestión quedó en el aire.
Años después, el 6 de abril de 1952, más de veinte mil mujeres se agruparon en el Parque 18 de Marzo de la Ciudad de México, exigiendo al entonces candidato presidencial Adolfo Ruíz Cortines que hiciera cumplir su gran promesa de plasmar en la Constitución el derecho de las mexicanas a votar y ser electas.
El 17 de octubre de 1953, Adolfo Ruíz Cortines ―ya presidente de la nación―, publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto donde anunciaba la promulgación de las reformas constitucionales, otorgando a las mujeres el derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular.
Sin embargo, y es importante destacarlo, a pesar de este gran avance pasaron años antes de que el sufragio femenino se viera realmente proyectado en la elección de mujeres candidatas para cargos federales. Las primeras sufragadas fueron Aurora Jiménez de Palacios (4 de julio de 1954, primera diputada federal en la historia de México, por Baja California); María Lavalle Urbina (por Campeche) y Alicia Arellano Tapia (por Sonora) madre de la actual gobernadora del estado Claudia Pavlovich Arellano, primeras senadoras electas (4 de julio de 1964), y Griselda Álvarez (Colima), primera gobernadora (1979).
En Sonora, para seguir con la narrativa, Claudia Pavlovich, en 2015, se convirtió en la primera mujer que gobierna nuestro estado.
Sin embargo, las cosas no han sido fáciles para las mujeres en nuestro México.
Entiendo, y así lo veo, que en política hay más hombres interesados en participar, que mujeres. Pero eso no debe de ser un pretexto para utilizarlas o menospreciarlas.
En el año 2009, en las elecciones al Congreso de la Unión, luego de haber ganado, 8 mujeres, de los partidos PRI, Verde y PRD, renunciaron antes de iniciar la primera reunión legislativa, a donde ni siquiera acudieron a tomar protesta, por lo cual, fueron llamados sus suplentes, todos ellos varones.
Es decir, como mujeres ganaron la elección, pero, antes de ocupar el cargo, fueron obligadas a renunciar a favor de sus suplentes.
Les llamaron, las Juanitas, mote copiado por el caso de Rafael Acosta, "Juanito”, quien fue un parapeto para ganar la elección como delegado de Iztapalapa, e inmediatamente declinar a favor de Carla Brugada, protegida de Andrés Manuel López Obrador. De hecho, se recuerda, lamentablemente, un evento donde AMLO le toma la protesta y promesa que renunciará, a favor de su protegida.
En los años noventas, y aún después, en elecciones federales, locales y municipales, decenas de mujeres fueron hostigadas, amenazadas con descubrirles faltas "morales”, ciertas o falsas, que, con tal de no afectar a su familia, las obligaron a mejor no entrarle al cochinero que significaba la política.
Rosario Robles, quien fungió como Jefa de Gobierno del entonces Distrito Federal, a la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas, se le ligó sentimentalmente con el empresario Argentino, Carlos Ahumada.
Poco después, en marzo del 2004, un videoescándalo fue protagonizado por el Secretario Particular de Andrés Manuel, de nombre René Bejarano, donde se veía recibiendo pacas de dinero de parte del argentino pareja de Rosario Robles.
Sin defender a Rosario Robles, por el supuesto delito de la estafa maestra, resulta que, es la única funcionaria del ex gobierno de Peña nieto, que está formalmente en la cárcel. Y no sucede lo mismo con Emilio Lozada, varón, que no ha tocado ni con una uña el piso de ninguna cárcel. ¿Venganza? ¿Misoginia? Yo creo que sí.
Y vamos al desastroso gobierno de Peña Nieto, donde, también, una mujer, Elba Esther Gordillo (tampoco la defendemos), fue la presa insigne del sexenio más corrupto de la historia de México, 2012-2018, cuando fue tomada presa y luego exonerada.
Si ambas hubieran sido varones, ¿hubieran corrido suerte diferente?
Hace apenas unos días, en el programa a Corte Directo, entrevistaron a Anabel Acosta Islas, presunta precandidata mujer a la alcaldía de Cajeme y, dentro del mismo se lanzó una pregunta a los espectadores: ¿Porqué cree usted que Cajeme no ha sido gobernado por una mujer?, y, la respuesta abrumadora, del 74% de los participantes dijeron que por machismo.
Dejando todo esto atrás, es inconcebible que, el mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador, haya dicho en la mañanera que, las protestas contra el presunto violador y candidato al gobierno del estado de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, una frase célebre: Ya Chole…
¿Es neta? ¿Ya chole que las mujeres, aún las mismas integrantes de MORENA, estén pidiendo que sea destituido?
Las mujeres, en todos los ámbitos, pero esencialmente en la política, luego de 65 años de su participación, pareciera que tienen mucho camino que recorrer, para que sus derechos no sean violentados.
Por último, ante el hecho de la candidatura de Salgado Macedonio, ¿dónde están los miles de mujeres que, defendiendo el feminismo, salieron a protestar y exigir igualdad de derechos, hace apenas unos meses? La mayoría de ellas eran identificadas con la izquierda y, la pregunta es, ¿que los machos sean de la izquierda los exime de sus protestas?
Espero que, el 8 de marzo, vuelvan a tomar las calles.
Gracias.
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